La capacidad de imaginación de los jugadores de fútbol es tan amplia e infinita que llega en ocasiones a generar invenciones y excusas para no entrenar o cualquier pretexto que se les ocurra.
– No me apetece ir a entrenar, ¿qué te parece si no vamos?
– Se va a mosquear el míster, hay partido la próxima semana
– No te preocupes, es solo un día no pasará nada
– Le decimos que hay examen mañana y tenemos que estudiar. Que nuestros padres no nos dejan que vayamos a entrenar
¿Os suenan estas excusas para no entrenar?
¿A qué entrenador de fútbol no le ha sucedido alguna vez? De repente una fiebre que impide entrenar a un jugador, un examen comunicado a última hora para el día siguiente, un castigo de los padres por no suspender, una fiesta de cumpleaños de un mejor amigo a la que no puede faltar… estos son solo algunos de los argumentos más usados en ocasiones para faltar a entrenar.
Por lo general suelen ser excusas para no entrenar que no tienen ningún fundamento, usadas con frecuencia, aunque otras pueden ser muy ingeniosas.
Algunas de las excusas más comunes son:
Excusas para no entrenar ante el entrenador
Estoy malo y tengo fiebre.
Se me han olvidado las botas.
Me voy en unos días de viaje de fin de curso.
Mi mascota está enferma.
Es desfile de carnaval.
Hoy me duele el tobillo.
No me da tiempo.
Mi padre me ha castigado por comportamiento.
Juega mi equipo en la tele.
Mañana hay examen y tengo que estudiar.
Tengo cita en la peluquería.
Hoy hay Champions y juega mi equipo.
Estoy cansado y no mejoro.
Me acosté tarde y tengo sueño.
Tengo un cumple.
Vivo lejos y no puede llevarme nadie a entrenar.
Tengo clase, de inglés, de mates y natación, no me queda tiempo.
Se me hizo un poco tarde, mañana voy.
He quedado con una chica.
Mis padres dicen que no valgo para el fútbol.
He sacado malas notas y estoy castigado.
Tengo muchos deberes.
No soy un buen jugador.
Mi padre dice que entreno demasiado.
Excusas para no entrenar ante los padres
El entrenador me tiene manía.
Me pone de latera y soy central.
He comido mucho y aún no hice la digestión.
Hace mucho frío.
Necesito un entrenador que me entienda.
Tengo problemas con mis compañeros.
Me duele la rodilla, prefiero no forzar.
Me aburre entrenar.
Somos muchos entrenando en medio campo, me agobia entrenar así.
Hoy es entrenamiento voluntario.
El entrenamiento es muy tarde.
Hoy hace mucho calor.
¿Cuáles son las mejores excusas que has escuchado?
Debemos tener una reacción tranquila y firme cuando los jugadores nos cuenten sus excusas, debemos entender que se trata de jugadores jóvenes y que están en formación, sus prioridades en algunos momentos no coinciden con las nuestras. Esta actitud negativa puede dar un giro radical en cualquier momento y eso será de vital importancia para nuestros objetivos.
Mientras tanto tenemos que buscar fórmulas adecuadas y eficaces para combatir y mejorar tanto las habilidades del jugador como su predisposición y actitud.
Algunos de estos recursos están disponibles y, aunque dependan de muchos factores para funcionar al 100%, pueden ayudarnos a conseguir nuestros objetivos.
- Variedad en las sesiones de entrenamiento.
- Plantear objetivos razonables y realistas.
- Ejercicios cortos y divertidos.
- Premiar el esfuerzo y los buenos resultados.
- Conseguir una relación más estrecha jugador-entrenador.
- Explicar el porqué de tus entrenamientos.
- Preocupación por su bienestar.
- Animarlos.
- Planificar objetivos, entre todos.
- Mostrar interés por los jugadores.
- Educarles en el compromiso.
- Educar en valores a los jugadores.
- Marcar objetivos reales, lógicos y alcanzables.
- Ser positivo y flexible.
- Transmitirles ilusión.
- Mostrar preocupación por sus resultados escolares.
El fútbol y el deporte en general son actividades que exigen de mucho sacrificio y gran fortaleza mental, pero que nos aportan múltiples beneficios, que compensan con creces el esfuerzo que se requiere.
Es necesario seguir buscando motivaciones que permitan a los futbolistas conseguir el estímulo necesario para impulsar sus acciones. No importa si el jugador juega por complacer a sus padres, si lo hace por superarse personalmente, por divertirse o simplemente por mejorar su autoestima y confianza.
La importancia del entrenador reside en ayudar al jugador a encontrar un motivo estimulante, para entrenar, superar la pereza y vencer todos aquellos obstáculos mentales, que, en algunas circunstancias, le impidan completar el entrenamiento o buscar excusas para no entrenar.