Todos sabemos que, a la hora de trabajar con futbolistas, no debemos limitarnos a lo estrictamente deportivo. Y más aún, si estamos hablando de jugadores de fútbol base. Donde los factores mentales, junto con el desarrollo de estímulos son fundamentales para la práctica. Incluso, el rendimiento deportivo y la condición física, si bien son importantes, deberían quedar en un segundo plano dentro de las estrategias de trabajo del entrenador.
Para poder realizar estrategias de trabajo dentro de este ámbito será necesario apuntar a la mente del joven jugador. Esto quiere decir que por más que debamos realizar trabajos físicos, siempre se debe comprender y conocer a fondo las capacidades de los deportistas. Para de esta manera lograr ayudarlo a desarrollar una mejor tarea y cumplir todos los objetivos marcados.
Es cierto que aunque necesitamos el máximo rendimiento de todos nuestros jugadores, el fin último es que estos resultados creen una mejor convivencia en el grupo para allanar el camino hacia lo realmente importante. Y esto es nada más ni nada menos que la madurez total del futbolista. Para que en el futuro esté capacitado para tomar las decisiones correctas tanto dentro como fuera del campo de juego.
Por ejemplo, si los resultados son positivos después de un período en el que a base de un nutricionista todos los jugadores moldearon su alimentación hacia un equilibrio más saludable, esto quedará automáticamente naturalizado en su cerebro como un pilar fundamental en su rendimiento. Todos sabemos que el fútbol es uno de los deportes más exigentes a nivel físico. Y todas las calorías, vitaminas y minerales que aportan una buena nutrición son todavía más importantes en jóvenes que están desarrollando su cuerpo. Por otro lado una correcta alimentación e hidratación proporcionan la energía que requieren para prevenir lesiones. Es alarmante el número de entrenadores en estas edades infantiles que no prestan atención al estilo de alimentación. Simplemente hay que asumir la responsabilidad de involucrar a las dietas saludables dentro de las estrategias de trabajo del fútbol base.
Otro condimento que aumenta la necesidad de hacer un buen trabajo a nivel formativo es la cada vez mayor edad con la que los jugadores en el fútbol de elite hacen sus apariciones. Contrariamente a lo que se piensa a nivel popular la edad promedio en el fútbol de elite está moviéndose cada vez hacia más adelante en el tiempo. Entre la multiplicidad de factores que se abordan en el siguiente artículo «La edad en el fútbol de élite» se encuentra algo que debemos considerar fundamental. Y es que el rendimiento máximo del deportista en la actualidad se da entre los 26 y 30 años. Y con la cada vez mayor esperanza de vida, también aumenta la “esperanza de vida futbolística” de los jugadores.
Con esto queremos decir que si un jugador cada vez puede desarrollar su actividad profesional por más tiempo, en las plantillas cada vez hay menos lugar para los jóvenes. Y quienes llegan a tener esa oportunidad necesitan haber tenido un trabajo de formación casi perfecto para aprovecharla al máximo.
Un último factor que puede ser determinante dentro de las estrategias de trabajo en el fútbol base es la capacidad de aprender a recuperarse por parte del deportista. En un fútbol actual con calendarios cada vez más apretados si hay algo que va a servirle al deportista para toda la vida es el saber llevar a cabo un trabajo de recuperación físico y mental después de cada partido.
El primer ejemplo es la hidroterapia. Donde mediante la inmersión en agua fría después de la actividad física, sobre todo del tren inferior, provoca beneficios en el rendimiento anaeróbico, en la fuerza máxima, el rendimiento de sprint y en el salto. Además, de ser un analgésico para el dolor muscular. Por otro lado, las diferentes formas de estiramiento, junto con los trabajos de recuperación activa (también conocidas como trabajos regenerativos) resultan determinantes durante toda la carrera del deportista. Por lo que saber usar todas estrategias de trabajo desde muy jóvenes les resultará extremadamente útil durante toda su carrera.
Finalmente, un buen sueño reparador será la base para llevar a cabo todas las demás actividades. Y un buen control del sueño mejorará prácticamente todas las áreas en las que se desarrolla el futbolista.
Como hemos visto, desarrollar las correctas estrategias de trabajo en diferentes puntos como la mentalidad, la alimentación y el descanso, es tan importante como las estrategias a nivel deportivo. Todas las cualidades tácticas que va a incorporar el jugador durante toda su carrera para utilizarlas dentro del campo de juego. Deberá tener una base sólida que le permita desarrollarse fuera de él. Eso también es trabajo de su entrenador en el fútbol base.
