En el fútbol moderno cada vez se observa un nivel competitivo más alto. Esto se debe al enorme desarrollo que se ha producido en las diferentes áreas que se encargan de mejorar a los deportistas. Hoy hablar de un deportista de elite es hablar prácticamente de robots. Con un enorme trabajo físico, una impecable alimentación y una planificación a corto, mediano y largo plazo para continuar en ese camino de mejora continua. En este articulo hablamos de la preparación mental en el fútbol.
Sin embargo, hay un aspecto con el que los robots no tienen que lidiar y que devuelve a los deportistas al rincón de los seres humanos: la mente. La máxima exigencia también aplica a todos los aspectos mentales que deben profundizar los futbolistas en el deporte de elite. Donde cuestiones como el liderazgo, la adaptabilidad a los diferentes contextos y sobreponerse a las dificultades que propone el propio deporte se consideran aspectos fundamentales.
Cada vez las plantillas más importantes del mundo se rodean de mejores profesionales relacionados con la salud y el desarrollo mental. Psicólogos, psicoanalistas y profesionales de la neurociencia son tan importantes como un preparador físico o un nutricionista. Y por eso muchos clubes terminan marcando la diferencia.
Según el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, y en base a sus estudios particulares han determinado que: “a pesar de la relevancia que tiene el componente psicológico en el entrenamiento deportivo, en la actualidad su integración específica dentro de las sesiones de trabajo es todavía limitada y alejada de la realidad del juego.”
Esto nos explica que, si bien hay un conocimiento general acerca de la importancia de lograr mejoras en estos aspectos, aún es prematuro para comenzar a ponerlo en práctica y trabajarlo en los entrenamientos. El camino de la preparación mental en el fútbol todavía se encuentra en una etapa muy temprana. Y el desafío está en lograr entrelazar el trabajo dentro del terreno de juego con las habilidades psicológicas que debe adquirir el jugador.
La toma de decisiones y conseguir encontrar jugadores inteligentes es otro de estos desafíos en los que la psicología debería colaborar desde su lugar para que los entrenadores dispongan de mejores opciones dentro de sus plantillas.
Otro aspecto que cada vez toma más relevancia y suele observarse con mayor frecuencia dentro del ámbito del fútbol es el de la aplicación y el desarrollo de la llamada ‘inteligencia emocional’. Un término popularizado por Daniel Goleman en su libro y que hace referencia a la capacidad de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones.
Es por eso que una buena gestión de las emociones cuando estas se encuentran influenciadas por el estrés y los vaivenes del juego, puede sin dudas marcar la diferencia entre un buen jugador y uno excelente. Porque también es importante entender que este tipo de herramientas que tienen relación con la mente se tratan justamente de un salto de calidad. El cual necesitan los futbolistas para superar sus propios límites.
La inteligencia emocional se resume a la capacidad de un futbolista (o de una persona fuera del terreno de juego) para que se controle a sí mismo. Y, si es necesario, que sea capaz de reconocer las emociones y la forma en que le impactan, para a partir de ello decidir mejor.
Por último, la preparación mental en el fútbol colabora para evitar la frustración y a la vez mantener a los deportistas motivados a pesar de los golpes que nos da la competencia.
Fallar en una situación límite, o no lograr el resultado esperado son solo dos de las múltiples situaciones que se caracterizan por frustrarnos. Y es que este tipo de sentimientos pueden hasta hacernos plantear la idea de abandonar la actividad que estamos realizando. En lugar de seguir intentándolo hasta lograr nuestro objetivo.
La neurociencia (junto con la psicología) utiliza entre otras herramientas a la inteligencia emocional. Con el fin de que la preparación mental en el fútbol sea óptima y se profundice en técnicas que mejoren en estos aspectos.
Dentro de estas diferentes técnicas hay 4 factores fundamentales que se deben tratar a nivel mental para lograr controlar la ira y la frustración: Autoconciencia emocional, automotivación, empatía y habilidades sociales. Si quieres profundizar en estas cuestiones, todos estos 4 aspectos se encuentran desarrollados en el siguiente artículo: Técnicas psicológicas ante la ira y la frustración deportiva.
