Rápido, de cabeza, ¿cuáles son, en tu opinión, las principales cualidades que te hacen ser un entrenador de fútbol infantil exitoso? ¿Es la pasión por el deporte? ¿Amistad? ¿Habilidad para enseñar técnicas? ¿Capacidad para comunicarse con los jugadores? ¿Accesibilidad? ¿La calidad de tus planes de práctica? ¿Tu conocimiento de los buenos ejercicios de fútbol? ¿Cuáles crees que son TUS tres cualidades principales como entrenador?
A continuación, vamos a explorar cuáles son las tendencias comunes de un entrenador de fútbol infantil exitoso, ya sea en el lado recreativo o en el competitivo de cualquier deporte.
Ser una buena persona, que es justa, consciente, empática y con buenas intenciones es un gran paso para convertirse en un exitoso entrenador de fútbol. Ser este tipo de persona ayuda a ganar el respeto de tus jugadores de fútbol, tu confianza, y les permite divertirse jugando para ti. Sin embargo, ¿qué causa la diversión?
Un estudio bastante reciente se centró en averiguar exactamente qué es la diversión. A través del estudio, se pidió a los jugadores que identificaran qué es lo divertido de jugar. Las tres primeras respuestas fueron las mismas:
La personalidad del entrenador y cómo trata a sus jugadores es tan importante que, en los cursos de formación de entrenadores, la mayor parte de la calificación de un entrenador se debería basar en si el instructor «querría jugar para ellos». La personalidad y las intenciones cuentan, y a medida que exploramos las otras cualidades que conforman un entrenador de fútbol infantil exitoso es importante entender que ejemplificar a tus jugadores como personas, por encima de tu ego y la necesidad de ganar, será el mayor salto que puedes dar para hacer más fuerte a tu equipo de fútbol.
Para explorar algunos rasgos de entrenamiento exitosos, deberías tener en cuenta los siguientes problemas comunes que surgen en todos los equipos. ¿Cómo abordarías el problema? ¿Qué medidas tomarías para ayudar a tus jugadores a superar estos obstáculos?
Un ejemplo sería que los jugadores no pueden acostumbrarse a mirar por encima del hombro antes de recibir el balón. Tras intentarlo en múltiples ocasiones tus jugadores siguen sin realizar bien la tarea.
Si tus jugadores no están aprendiendo lo que tú quieres que aprendan, no es necesariamente un problema con los jugadores, sino un problema con el mensaje. Sea creativo en la forma de impartir la instrucción a los jugadores. Hay muchos estilos de aprendizaje diferentes, por lo que repetir el mismo mensaje de la misma manera continuamente sólo servirá para frustrar a los jugadores y a ti mismo. Los jugadores aprenden de diferentes maneras y es importante que los entrenadores sean perceptivos a los estilos de aprendizaje de tu equipo.
Usar un recordatorio visual (bandas en sus muñecas izquierdas o en una de sus pantorrillas) para que los jugadores se acuerden de usar su pie más débil cuando sea apropiado, así como de revisar su hombro antes de recibir el balón. Echar un vistazo a la banda en la práctica mientras se corre, le recordará inmediatamente al jugador que debe mirar por encima del hombro y examinar el espacio que hay detrás de él. Bastante ingenioso.
Otro ejemplo de métodos de instrucción es mientras se realiza una sesión de «movimiento del balón para crear espacio», pedir a los jugadores que levanten la mano durante la sesión siempre que sientan que crean espacio en el campo. El juego no se detiene cuando un jugador levanta la mano, sino que es una acción en flujo que muestra al entrenador que el jugador está haciendo una acción deliberada, y también sirve como recordatorio a otros jugadores para crear espacio con la suya también.
Este tipo de expectativas son habitualmente traídas a colación por los padres y por aquellos que no entienden lo que realmente importa en los deportes infantiles. Entrenar en fútbol infantil es mucho más complicado que simplemente cumplir con las expectativas de rendimiento. Si los entrenadores están atrapados en la ansiedad de desempeño, entonces también lo estarán sus jugadores.
El fútbol es un juego psico-social más que técnico/táctico. Puedes tener jugadores con una técnica y un conocimiento táctico fantásticos, pero si no se sienten cómodos y contentos con su fútbol, no podrás sacarles el máximo partido.
Un ejemplo para manejar la ansiedad de desempeño es estableciendo «hitos de desarrollo» durante la reunión de fijación de metas de tu equipo en la pretemporada. En lugar de establecer metas elevadas para el equipo, como «ganar un título de liga» o «permanecer invicto esta temporada», estableceremos metas realistas que puedan ser alcanzadas en cada partido. Por ejemplo, el primer hito de cada temporada es «marcar un gol». Una vez logrado esto, lo siguiente es «ganar un partido», luego «mantener la portería a cero», etc. Aunque se pueden alcanzar varios hitos en cada partido, siempre hay otro para alcanzar que es un poco más difícil que el último.
Los jugadores hacen los movimientos, pero el entrenamiento tiene una sensación de baja intensidad. Los buenos entrenadores de fútbol deben crear un ambiente donde los jugadores estén entusiasmados por ir a entrenar, competir y aprender.
¿Cómo podemos enseñar la técnica y mantenerla atractiva? Debemos dejar de realizar prácticas muy estáticas como largas filas, ataques sin presiones ni defensores o mantener más tiempo de espera de un turno que del balón.
Piensa en cuando eras jugador, en cualquier deporte, el disfrute se produce cuando estás en un entorno que es dinámico. Cuantas más reglas restrictivas se añaden y más tiempo habla el entrenador, menos agradable suele ser la actividad.
Cosas en las que hay que pensar cuando se seleccionan los juegos:
Saborea el proceso, no el resultado. Los resultados no son inmediatos y el desarrollo no es lineal, pero mantener el enfoque en el desarrollo permite la mayor oportunidad de éxito a largo plazo.
Intenta desarrollar relaciones con cada uno de tus jugadores. Hazles preguntas y escucha sus respuestas, sé una buena persona y demuestra que te preocupas por ellos.
Sé honesto y conciso. Esfuércese siempre por crear un ambiente atractivo. Limita las líneas y la conversación, sé dinámico.
Trata de ser el entrenador que tus jugadores recordarán dentro de 30 años de una forma positiva.
Desarrollar las tendencias de un entrenador de fútbol infantil exitoso lleva tiempo, pero es importante seguir aprendiendo; admite que tienes debilidades, y esfuérzate por ser un poco mejor cada sesión de entrenamiento y partido que entrenes. Haz que tus jugadores sean responsables, pero lo más importante es que tú mismo seas responsable, tú eres el líder.
