Uno de los temas más tabú en el mundo del fútbol es la homosexualidad y si bien día a día se intenta combatir la homofobia con campañas y dándole mucha visibilidad a casos de valentía con nombres propios, lo cierto es que este tipo discriminación aparece como un problema común en toda la sociedad y se potencia en un deporte históricamente machista como lo es el fútbol. En este artículo hablamos sobre la homofobia en el fútbol.
Junio fue un mes muy especial, y todos los clubes a nivel mundial han hecho mención de alguna u otra manera a campañas que se encargan de combatir la homofobia en el fútbol. Esto se debe a que estamos hablando del mes del Orgullo, cuando las comunidades LGTBIQ+ del mundo se unen y celebran la libertad de ser quienes son.
Además, una fecha importante para el movimiento y, en especial en el mundo del fútbol, es el 19 de febrero, ya que se adoptó esta fecha en homenaje al nacimiento de Justin Fashanu. Reconocido como el primer futbolista de élite en expresar públicamente su homosexualidad en 1990. Cuando lo expresó, fue expulsado de su equipo y nunca más fue aceptado en ningún otro.
Justin era un apasionado por el fútbol desde pequeño y tras comenzar a jugar en el Norwich City, en 1979 y con tan solo 17 años, debutó en primera división y se convirtió en uno de los jugadores más seguidos por la afición.
Por su enorme categoría para jugar, despertó el interés de un gigante de la época como el Nottingham Forest, quienes pagaron cerca de un millón de libras por el que fue el traspaso más caro hasta entonces por un futbolista de raza negra.
Varios años después, en 1990 y después de sufrir muchísimas amenazas para no hacerlo, Justin decidió declarar su homosexualidad y hasta se rumorea que su hermano intentó ofrecerle dinero para que no lo hiciese. Los periódicos sensacionalistas británicos de la época se encargaron de iniciar una increíble campaña de acoso contra el jugador que el 22 de octubre de aquel año concedió una entrevista a The Sun para expresarlo. El diario, tituló el artículo como “Estrella de fútbol de un millón de libras: soy gay” .
Justin era el primer futbolista que se declaraba homosexual, pero además lo hacía en la Inglaterra que era cuna del fútbol violento sobre el barro. Aquel fue el final de su carrera y el comienzo de una vida llena de acoso y discriminación.
En 1998, con una falsa acusación de violación, decidió quitarse la vida y poner fin a su sufrimiento. Pero no sin antes dejar una carta: “Me he dado cuenta de que ya he sido declarado culpable. No quiero dar más preocupaciones a mi familia y a mis amigos. Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida; al final encontraré la paz”.
Hoy en día, cada 19 de febrero se conmemora el Día Internacional Contra la Homofobia en el Deporte, en honor a Justin Fashanu.
El próximo Mundial de fútbol se disputará por primera vez dentro del particular mundo árabe. Donde no responder al mandato de lo divino de la heterosexualidad resulta un delito. Qatar, en particular, será la sede más pequeña en la historia de los mundiales, pero, además, el dueño del Mundial más polémico de la historia por cuestiones de género.
Ya lo confirmó el Comité Organizador: los miembros de la comunidad LGTBIQ+ no podrán tener muestras de afecto en público. Mientras que quienes así lo hagan pueden tener penas de hasta cinco años de cárcel.
Nasser Al-Khater, uno de los representantes del Comité Organizador de Qatar 2022, explicó que habrá límites para las libertades de expresión en público de los miembros de la comunidad LGBTIQ+ que asistan este año a Qatar. Y, que, si bien los homosexuales serán “bienvenidos a la gran cita del fútbol y el deporte”, tendrán prohibido mostrarse afectuosos delante de otras personas. Tal restricción, aclaró, es por «respeto a nuestra cultura».
En una época donde se intenta de muchas maneras atacar desde todas partes a la homofobia en el fútbol, elegir como sede de la máxima cita del fútbol a un país con una cultura absolutamente homofóbica parece no ser la idea más inteligente. Sin embargo, deberemos observar cómo se desarrollan los hechos a partir de noviembre, cuando el pueblo Qatarí sea puesto a prueba ante los ojos del mundo.
