Una de las acciones más utilizadas para intentar anotar gol son los centros laterales, sobre todo para aquellos equipos que defienden muy bien el centro y dejan más espacios por las bandas.
Una de las claves más importantes para que estas acciones sean efectivas es tener una superioridad posicional, es decir, que el rival no pueda ver a la vez al balón y al jugador que va a rematar para tener ventaja sobre él.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la superioridad cualitativa, adaptándose a las diferentes características de los atacantes respecto a los defensores. Si el delantero tiene un gran poderío aéreo puede ser interesante buscar el centro por alto, pero si es un delantero menos corpulento y con mayor movilidad puede ser más conveniente buscar un centro raso al desmarque de ese jugador.
En esta superioridad cualitativa también hay que tener en cuenta qué tipo de jugador es el centrador o qué características tienen los futbolistas que entran de segunda línea para tratar de explotar sus puntos fuertes en los centros laterales.
Otra situación a tener en cuenta es el lugar desde el que se produce el centro. Las zonas cercanas a la línea de fondo son las que más ventajas dan al atacante porque la superioridad posicional se produce prácticamente de forma natural. En cambio, en los centros que se producen detrás de la línea del área no se produce tan fácil esta superioridad posicional, aunque pueden aparecer más espacios a la espalda.
Respecto al lugar donde es más peligroso que vayan estos centros laterales, el objetivo tiene que ser siempre que se pueda el espacio entre la defensa y la portería. Esto nos da superioridad posicional y existe la posibilidad de que el defensor dude en intervenir o no al poder meterse gol en su propia portería.
En este sentido, genera mucho peligro buscar la espalda del rival con una finta para que el defensor pierda la referencia y el atacante tenga tiempo y espacio para finalizar.
Otra clave para causar peligro con estos centros laterales es buscar la espalda del segundo central. Es una zona difícil de defender porque tiende a desatenderse por las dudas que se generan entre central y lateral.
